Respuesta de la Empresa

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Estimados compañeros y compañeras

Como es de su pleno conocimiento, el 16 de mayo iniciamos el proceso de negociación colectiva con la entrega de nuestro Proyecto de Contrato Colectivo a la empresa y IDT, instrumento colectivo que recoge todas las expectativas de los trabajadores y trabajadoras de VSPT; los anhelos y esperanzas de ver retribuido el esfuerzo, la dedicación y la responsabilidad de cómo trabajamos en una de las empresas de carácter mundial más rentables del Grupo Luksic.

Con fecha de 25 de Mayo del presente, la empresa nos hace entrega de la respuesta a nuestras expectativas, las que compartimos con ustedes para su reflexión y análisis desde el punto de vista del proceso de negociación colectiva que está en curso y su plan de acción, una respuesta mezquina, por no decir otra cosa.

No podemos olvidar nuestra historia desde la última negociación colectiva 2018 en adelante. Ello resulta fundamental para fijar nuestros horizontes y revindicar nuestras demandas, más vigentes que nunca, como el valor del trabajo, el salario, la jornada laboral, el costo de la vida para un devenir digno de nuestras familias, la educación y la salud gratuita y de calidad, solo por nombrar algunas.

Un hecho relevante para comprender la realidad actual es, sin dudas, el “Levantamiento Social” del viernes 18 de Octubre del 2019, gatillado por el  profundo rechazo de nuestros hijos por el alza de la locomoción colectiva. Las manifestaciones sociales escalaron hasta volverse masivas y nacionales. Ya no se limitaron al aumento arbitrario del precio del transporte colectivo. Se ampliaron como nunca había ocurrido en 30 años desde el retorno de los gobiernos civiles, incorporando reivindicaciones de calado histórico, como el término de las injusticias sociales y de la precarización de la vida de la gran mayoría de las familias chilenas. Durante las movilizaciones y en medio de una represión estatal contra el derecho a la protesta y la disidencia que se expresó en personas mutiladas, presas, desaparecidas y asesinadas; quedó al descubierto que más del 50% de las y los trabajadores viven con ingresos al filo de la pobreza, donde el crecimiento económico y el desarrollo solo llega al bolsillo de un minoritario grupo de empresarios de dentro y fuera del país, y a una elite política que ha gobernado y sigue gobernando, sin ofrecer soluciones concretas y de largo plazo a la población.

A lo anterior, se agrega la pandemia de inicios de marzo del 2020, que ha dejado a miles de fallecidos al día de hoy, y que pese a las vacunas y fármacos, aún no se ha podido controlar adecuadamente. Entonces, la administración de turno de La Moneda impuso el Estado de Excepción Constitucional producto de la Emergencia Sanitaria decretada por OMS, y con ello, el confinamiento autoritario.

En ese periodo sufrimos el ir y venir de los militares fuertemente armados día y noche en las calles, los permisos de carabineros para ir a comprar alimentos, la implementación del teletrabajo precario. Así también, se promulgó la Ley de Protección del Trabajo donde las y los trabajadores debimos enfrentar la pandemia con nuestros propios ahorros del Seguro de Cesantía (AFC). En ese contexto totalmente desfavorable para nuestro bienestar, como organización sindical nos tocó llevar adelante la negociación colectiva 2020-2022. Pese a que, solicitamos como directiva sindical aplazar dicho proceso, la empresa nos obligó a presentar un proyecto colectivo, sin poder realizar asambleas presenciales, sin contar con personal presencial de la Inspección del Trabajo para efectuar las votaciones correspondientes, o para hacer efectiva una huelga debido al confinamiento total. Resultado de nuestra debilidad objetiva, la empresa pasó a la ofensiva y no presentó aumentos reales en ningún ítem. Únicamente convenimos de manera legal una carta de compromiso forzada y a último momento, justo antes de que se venciera el plazo y quedáramos sin un instrumento colectivo, el cual conseguimos revisar al año siguiente, en el mes de marzo de 2021, donde sólo pudimos discutir incrementos en los sueldos base y bonos sociales. Fue lo mejor que pudimos hacer bajo las condiciones descritas.

Asimismo, con “Estallido Social”, con Pandemia del Coronavirus, con confinamiento obligatorio, con teletrabajo precario, etc., la firma Viña San Pedro Tarapacá S.A., parte de las empresas del holding CCU del grupo Luksic, aumentó sideralmente las ventas y ganancias.

Ya a principios de noviembre de 2020, en plena pandemia del Coronavirus, Viña San Pedro Tarapacá S.A. (VSPT) comenzó a registrar los primeros resultados financieros a septiembre de ese año, con un 32% de alza en sus utilidades, impulsada entre otros factores, por el aumento de las ventas de un 131% en el mercado argentino, sumado el favorable tipo de cambio. Llevado a números reales, se trata de $ 19.076.000.000.- miles de millones de pesos en ganancias, equivalente a un 32% más respecto del mismo periodo del año anterior (2019).

En cuanto a ingresos, estos alcanzaron $ 171.781.000.000.- miles de millones de pesos, o sea, un alza de 13% a lo acumulado hasta septiembre del año pasado.

De acuerdo a la información entregada por la empresa, durante el tercer trimestre (Julio-Agosto-Septiembre) de 2020 la compañía notificó un aumento del 19% en sus ingresos por ventas, explicado por un crecimiento de 0,9% en los precios promedio y un crecimiento de 18% en volúmenes.

Igualmente, la empresa se expandió un 3,1% en mercados internacionales y tuvo un 22,3% de aumento de volumen de ventas en el mercado doméstico (nacional).

Pues bien, el incremento de las ganancias, volúmenes y expectativas positivas de la empresa no han cesado hasta la actualidad, pasando a convertirse en una de las unidades del holding CCU del grupo Luksic más rentable.

Ahora, una empresa que cierra el año 2021 con ventas aproximadas a los 158 millones de litros y llega a ser la segunda mayor viña exportadora del país; que en el mercado doméstico lidera en términos de participación en valor, con un 31,3% de las ventas, no debiera tener argumentos para negarse a mejorar las condiciones económicas y laborales presentadas en un instrumento colectivo como el nuestro, donde buscamos que se confirme y consolide el respeto y reconocimiento por el trabajo bien hecho de todos los que hemos construido los exitosos números y logros de la compañía.

Arriba los trabajadores y trabajadoras

Arriba los que luchan por una vida digna para sus familias.